SMAPS y ASE
Las emergencias -incluidos los conflictos, los desastres y las migraciones forzosas- tienen efectos negativos en el desarrollo psicosocial de las personas, así como en el desarrollo a corto y largo plazo de las comunidades locales y globales. En situaciones de emergencia, la educación es un factor importante para la protección mental y física de la niñez y puede ser una intervención psicosocial clave.
Aunque cierto grado de estrés en la vida es normal e incluso necesario para el desarrollo -los niños y las niñas necesitan experimentar cierto estrés emocional para desarrollar mecanismos saludables de afrontamiento, habilidades de resolución de problemas y resiliencia-, el tipo de estrés que experimenta un niño o un a niña cuando está expuesto a un conflicto o a un desastre por fenómenos naturales puede volverse tóxico si se produce una activación intensa, repetida y prolongada del sistema de respuesta al estrés del organismo.
Las crisis humanitarias afectan profundamente a niños, niñas, jóvenes, docentes y cuidadores. Amenazan todos los aspectos de la vida cotidiana, como la vivienda, la salud, el saneamiento, el ocio y la educación. Las crisis pueden alterar las estructuras y relaciones familiares, perturbar la cohesión social y generar sentimientos de aislamiento, incertidumbre, miedo, ira, pérdida, desesperanza y tristeza. Las intervenciones en la primera infancia que apoyan el desarrollo desde la concepción hasta los ocho años pueden crear un amortiguador contra las dificultades a las que se enfrentan los niños y niñas pequeños en situaciones de emergencia. Estos esfuerzos pueden verse reforzados por las personas más importantes en el entorno del niño/a: padres, madres y cuidadores principales, docentes, personal sanitario y otros.
Términos clave y definiciones
Salud mental: La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas afrontar las tensiones de la vida, desarrollar sus capacidades, aprender y trabajar bien y contribuir a su comunidad. La salud mental es más que la ausencia de trastornos mentales. Existe en un continuo complejo, que se experimenta de forma diferente de una persona a otra, con distintos grados de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos potencialmente muy diferentes. Las condiciones de salud mental incluyen los trastornos mentales y las discapacidades psicosociales, así como otros estados mentales asociados a una angustia significativa, un deterioro del funcionamiento o un riesgo de autolesión.
Salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS): El término "SMAPS" (o MHPSS, por sus siglas en inglés) es un término compuesto utilizado en diferentes sectores y tiene como objetivo ayudar a las personas a recuperarse después de que una crisis haya perturbado sus vidas y mejorar su capacidad para volver a la normalidad después de experimentar acontecimientos adversos. La SMAPS puede ser un apoyo local o externo que es:
- Promotor - promueve el bienestar
- Preventivo - disminuye el riesgo de problemas de salud mental
- Curativo - ayuda a superar problemas psicosociales/de salud mental. *El término "curativo" debe utilizarse con precaución, ya que sugiere un término médico. SMAPS es un "apoyo", no una "cura".
Psicosocial: La interacción entre los aspectos sociales (como las relaciones interpersonales, las conexiones sociales, las normas sociales, los roles sociales, la vida comunitaria y la vida religiosa) y los aspectos psicológicos (como las emociones, los pensamientos, los comportamientos, los conocimientos y las estrategias de afrontamiento) que contribuyen al bienestar general.
Apoyo psicosocial (APS): El Apoyo psicosocial (o PSS, por sus siglas en inglés) se refiere a los procesos y a las acciones que promueven el bienestar global de las personas en su entorno social. Incluye el apoyo prestado por la familia y los amigos. El APS también puede describir un proceso de facilitar la resiliencia en los individuos, las familias y las comunidades. El objetivo del APS es ayudar a los individuos a recuperarse tras una crisis que ha trastornado sus vidas y a aumentar su capacidad para retomar la normalidad después de experimentar acontecimientos adversos.
Aprendizaje socio emocional (ASE): El aprendizaje socioemocional (o SEL, por sus siglas en inglés) se refiere al proceso a través del cual las personas aprenden y aplican un conjunto de habilidades sociales, emocionales, cognitivas y relacionadas, actitudes, comportamientos y valores que ayudan a dirigir sus pensamientos, sentimientos y acciones de manera que les permitan tener éxito en la escuela, el trabajo y la vida. El ASE se ha definido de diversas maneras. El amplio término ha servido de paraguas para muchos subcampos de la psicología y el desarrollo humano, cada uno con un enfoque particular (por ejemplo, el rendimiento académico, la ciudadanía global) y ha dado lugar a muchos tipos de programas comunitarios e intervenciones educativas (por ejemplo, prevención del acoso, educación del carácter, educación para la paz, habilidades para la vida, formación en habilidades sociales, desarrollo de la fuerza de trabajo, habilidades del siglo XXI).
El ASE es un componente importante que se sitúa bajo el paraguas de la SMAPS. La INEE considera que el ASE es un componente importante de la SMAPS que los educadores pueden y deben abordar. Se trata de una práctica que puede emplearse fácil y rápidamente en entornos educativos y que contribuye a mejorar el bienestar psicosocial de niños, niñas y jóvenes. Se trata de una práctica y un proceso pedagógico que resulta especialmente adecuado tanto en entornos educativos formales como no formales, ya que ayudan a niños, niñas, jóvenes y adultos por igual a adquirir y fomentar las destrezas y habilidades que les ayudan a aprender de forma más eficaz.
Bienestar: El bienestar se define como una condición de salud holística y el proceso de lograr esta condición. Se refiere a la salud física, emocional, social y cognitiva. El bienestar incluye lo que es bueno para una persona: tener un papel social significativo, sentirse feliz y esperanzado, vivir de acuerdo con buenos valores según se definan localmente, tener relaciones sociales positivas y un entorno solidario, manejar los desafíos con habilidades positivas para la vida y tener seguridad, protección y acceso a servicios de calidad. Los aspectos importantes del bienestar incluyen: biológico, material, social, espiritual, cultural, emocional y mental.
¿Por qué proporcionar SMAPS a través de la educación?
Estudios sistemáticos han demostrado que las escuelas son plataformas fundamentales para las intervenciones de SMAPS en contextos humanitarios, ya que ofrecen estabilidad, estructura y rutina que ayudan a los niños y las niñas a hacer frente al estrés, la pérdida y la violencia, y fomentan la salud mental y la resiliencia (UNICEF, 2021).
Además, se ha demostrado que las escuelas seguras y los espacios de aprendizaje no formal crean entornos protectores, permitiendo la amistad, el juego, la autoexpresión y la reducción del estrés, al tiempo que promueven la esperanza y el comportamiento colaborativo (Masten et al., 2013).
Los centros educativos pueden abordar las necesidades de bienestar y salud mental de niños, niñas, cuidadores y docentes mediante lo siguiente:
- Creando entornos de aprendizaje inclusivos y de apoyo.
- Dotando a los educadores de habilidades para promover el bienestar.
- Fomentando el diálogo abierto sobre la salud mental y el bienestar.
- Aplicando programas de educación para la salud mental y el aprendizaje socioemocional.
- Garantizando la detección precoz de las necesidades de salud mental con conexiones al apoyo de la comunidad.
La educación conecta a los niños y las niñas con sus pares, familias y comunidades, fomentando una red holística y de apoyo para mejorar el bienestar y la recuperación, necesarios en tiempos de crisis.
Para más información sobre el bienestar docente, visite la colección de recursos sobre bienestar docente.
Esta colección se ha desarrollado con el apoyo del Grupo de Trabajo PSS-SEL de la INEE.