Preguntas frecuentes: Equidad de género en y a través de la educación en situaciones de emergencia
Esta página responde las preguntas frecuentes sobre la equidad de género y la educación sensible al género en situaciones de emergencia. Si tiene otras preguntas que le gustaría ver resueltas en esta página, póngase en contacto con [email protected]
- ¿Cuál es la diferencia entre sexo y género?
- ¿Cuál es la diferencia entre igualdad de género y equidad de género?
- ¿Qué significa que un programa sea sensible al género o transformador del género?
- ¿Por qué hay que tener en cuenta el género en los programas de educación en situaciones de emergencia?
- ¿Cómo se relaciona el género con otros factores como la edad y la discapacidad?
- Abordar la igualdad de género es algo que hacen los expertos en la materia. No soy especialista en cuestiones de género, así que ¿por qué tendría que reflexionar sobre eso?
- ¿Por qué las partes interesadas en la educación deben reflexionar sobre la violencia de género? ¿Esto no debería ser manejado por los sectores de salud y protección?
- ¿No es sexista tratar de forma diferente a chicos y chicas? Si queremos que las niñas y los niños sean iguales, ¿no deberíamos tratarlos igual?
- Mi programa se dirige a un 50% de chicas y un 50% de chicos. ¿Es eso suficiente para ser equitativo en materia de género?
- ¡Los especialistas en género sólo hablan de mujeres y niñas! ¿Qué lugar ocupan los hombres y los niños? Tienen las mismas desventajas.
- Las cuestiones de género son delicadas en mi contexto y hay una gran resistencia a incluir el tema de género en los programas. ¿Cómo puedo realizar un programa con perspectiva de género de una forma segura y culturalmente adecuada?
- ¿Dónde puedo encontrar recursos sobre equidad de género y educación con perspectiva de género en situaciones de emergencia?
- ¿Dónde puedo encontrar recursos sobre cómo dar apoyo a las personas LGBTIQ+ en situaciones de emergencia?
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¿Cuál es la diferencia entre sexo y género?
El sexo se refiere a las características físicas y biológicas que distinguen a mujeres y hombres, por ejemplo: órganos sexuales y reproductores, cromosomas,etc. La mayoría de las personas tienen características masculinas o femeninas, pero algunas tienen una mezcla de ambas. Las personas que tienen una mezcla de características sexuales se denominan intersexuales.
El género hace referencia a los roles, responsabilidades e identidades socialmente construidos en mujeres y hombres, y a cómo son apreciados en la sociedad. Son elementos propios de cada cultura y cambian con el tiempo. Las identidades de género definen cómo se espera que piensen y actúen las mujeres y los hombres. Estos comportamientos se aprenden de la familia, la escuela, la formación religiosa y los medios de comunicación.
Las personas cuyo sexo y género están en consonancia (por ejemplo: se le asignó sexo femenino al nacer y se identifica como mujer) son llamadas personas cisgénero. Las personas cuyo sexo y género no están en consonancia (por ejemplo: se le asignó sexo masculino al nacer y se identifica como mujer) son transgénero. Algunas personas transgénero también pueden identificarse por fuera de las categorías binarias de hombre o mujer, utilizando términos como no binario, queer o género fluido para describir su identidad de género.
Dado que los roles, responsabilidades e identidades de género se aprenden socialmente, también se pueden modificar. El género, junto con la edad, la orientación sexual y la identidad de género, determina los roles, las responsabilidades, las dinámicas de poder y el acceso a los recursos. También influyen otros factores de diversidad, como la discapacidad, la clase social, la raza, la casta, el origen étnico o religioso, la riqueza económica, el estado civil, la condición de migrante, la situación de desplazamiento y el entorno urbano o rural.
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¿Cuál es la diferencia entre igualdad de género y equidad de género?
La igualdad de género se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades entre mujeres y niñas, hombres y niños, y personas de género diverso. La igualdad no significa que las mujeres y los hombres lleguen a ser iguales, sino que los derechos, responsabilidades y oportunidades de una persona no dependan del sexo asignado al nacer. La igualdad de género implica que se tengan en cuenta los intereses, necesidades y prioridades de todos los géneros, y se reconozca la diversidad de los distintos grupos de mujeres, hombres y personas de género diverso. La igualdad de género se considera tanto una cuestión de derechos humanos como un indicador y una condición previa para un desarrollo sostenible centrado en las personas.
La equidad de género hace referencia a la imparcialidad y la justicia en la distribución de beneficios y responsabilidades entre mujeres y hombres, según sus necesidades. Se considera parte del proceso para alcanzar la igualdad de género en términos de derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades. Para garantizar la justicia, debe haber estrategias y medidas que sirvan para compensar cualquier discriminación que impida que mujeres y niñas, hombres y niños, y personas de género diverso vivan en igualdad de condiciones.
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¿Qué significa que un programa sea sensible al género o transformador del género?
Las intervenciones con perspectiva de género tienen en cuenta las diferentes situaciones, roles, necesidades e intereses de mujeres y niñas, hombres y niños, así como niños, niñas y jóvenes de género diverso en el diseño y la implementación de actividades, políticas y programas. Un programa, política o actividad con perspectiva de género aborda las barreras basadas en el género, respeta las diferencias de género y permite que las estructuras, los sistemas y las metodologías sean sensibles al género, para alcanzar así los objetivos y resultados del programa.
Las intervenciones transformadoras de género buscan abordar las causas estructurales de la desigualdad entre hombres y mujeres, así como las relaciones de poder desiguales y las normas sociales discriminatorias, con el fin de lograr cambios duraderos en el poder y las opciones que tienen las personas sobre sus propias vidas y transformar positivamente las causas de fondo de la desigualdad de género para mujeres y hombres, chicas, chicos y niños, niñas y jóvenes de género diverso.
Por ejemplo: Un problema común para las niñas en contextos de crisis es la falta de instalaciones de agua, saneamiento e higiene (WASH, por sus siglas en inglés) como baños, vestuarios, duchas, etc., que sean seguras y con perspectiva de género en las escuelas.
Un enfoque con perspectiva de género para abordar este problema podría incluir:
- Consultar a estudiantes y docentes de todos los géneros para el diseño y la construcción de nuevas instalaciones de agua, saneamiento e higiene (WASH) con el fin de garantizar que sean adecuadas y satisfagan sus necesidades.
- Construir y mantener instalaciones WASH separadas por género que incluyan baños adaptados para niñas y niños, limpios, con cerradura, privados y situados en lugares seguros y cercanos a los espacios de aprendizaje.
- Garantizar que los estudiantes y docentes de todos los géneros sean conscientes de las diferencias entre las instalaciones para niñas y niños y las respeten
- Proporcionar materiales de higiene menstrual/botiquines para conservar la integridad y espacios seguros para que las niñas se higienicen y cambien sus compresas menstruales.
- Capacitar a estudiantes, docentes y personal de las escuelas sobre la gestión de la higiene menstrual y el uso seguro y adecuado de las instalaciones WASH
Un enfoque transformador del género debería incluir las iniciativas antes mencionadas y además debería buscar transformar las causas subyacentes de la desigualdad de género. Por ejemplo:
- Trabajar con las niñas para que entiendan su cuerpo y la menstruación y se sientan seguras y motivadas para apoyarse mutuamente al asistir a la escuela durante este periodo.
- Crear espacios de participación con los padres, madres y cuidadores para abordar los tabúes en torno a la menstruación y animarles a enviar a sus hijas a la escuela mientras están menstruando.
- Trabajar con hombres, niños y docentes para garantizar que comprendan la menstruación y apoyen a las niñas que van a la escuela mientras están menstruando.
- Trabajar con hombres, niños y docentes para prevenir la violencia y el acoso en torno a las instalaciones de agua, saneamiento e higiene.
- Trabajar con los legisladores para garantizar que se incluyan en todos los planes y presupuestos de las escuelas instalaciones de agua, saneamiento e higiene seguras desde una perspectiva de género, así como iniciativas para cambiar las normas de género.
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¿Por qué hay que tener en cuenta el género en los programas de educación en situaciones de emergencia?
La igualdad de género es un factor esencial de la educación en situaciones de emergencia. El impacto y la experiencia de las crisis y los conflictos son muy diferentes para las mujeres y las niñas, los hombres y los niños, y las personas de género diverso. Se enfrentan a diferentes amenazas y riesgos, y tienen diferentes respuestas y mecanismos para hacer frente a los efectos de la crisis y el desplazamiento (véase la pregunta 8 para ejemplos sobre problemas que difieren según el género). Las desigualdades de género pueden afectar al acceso de las personas a los recursos y los beneficios que obtienen de ellos, los roles sociales que desempeñan, sus intereses y muchas otras áreas de sus vidas.
Las situaciones de emergencia agravan las desigualdades de género existentes, como el matrimonio infantil, precoz y forzado, la violencia de género o la preferencia por la educación de los niños por sobre las niñas. No abordar estas desigualdades puede dar lugar a un acceso desigual a la educación y puede aumentar la brecha de género.
A pesar de estos desafíos, las emergencias también pueden representar una oportunidad para acabar con las desigualdades de género. Tener en cuenta las necesidades de aprendizaje, las capacidades, las prioridades y las diferentes experiencias de las mujeres y las niñas, los hombres y los niños y las personas de género diverso afectados por el conflicto puede garantizar que los programas de educación sean seguros, pertinentes y accesibles para todos los estudiantes. También puede ofrecer oportunidades para promover la igualdad de género como parte de un proceso de recuperación sostenible.
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¿Cómo se relaciona el género con otros factores como la edad y la discapacidad?
Identidades como la edad, el género, la discapacidad, la etnia, la raza, la orientación sexual, la lengua, la clase o casta, el estatus de ciudadanía y la religión se superponen e interactúan entre sí. Las personas y los grupos pueden enfrentarse a formas de exclusión y discriminación diferentes y agravadas como consecuencia de ello. Por ejemplo, es probable que una adolescente con discapacidad que viva en un contexto rural o un contexto afectado por el conflicto esté más desfavorecida que otra niña sin discapacidad o que una niña con discapacidad que viva en un contexto estable.
Edad: Las personas de todos los géneros experimentan diferentes desafíos y oportunidades en distintos momentos de su vida. Estas experiencias relacionadas con la edad interactúan y se cruzan con las experiencias de género. Por ejemplo, una adolescente experimenta diferentes riesgos y barreras a la educación que una niña pequeña. Las adolescentes están más expuestas a la violencia de género y al matrimonio precoz y forzado, soportan una mayor carga de trabajo no remunerado de cuidados y tareas domésticas y, a menudo, son las que menos prioridad tienen en el acceso a la educación.
Discapacidad: Las niñas con discapacidad son el grupo de población infantil en todos los niveles de educación. Los estereotipos nocivos acerca del potencial y las capacidades de las niñas con discapacidad contribuyen a la percepción errónea de que no son dignas de recibir una educación. Las niñas con discapacidad suelen ser los últimos miembros de la familia en recibir recursos, incluidos aquellos necesarios, para asistir a la escuela. Tienen más probabilidades de sufrir violencia sexual y de género y pueden ser menos capaces de denunciar los abusos o de que ser creídas cuando los denuncian. Es más probable que se las coloque en entornos educativos restrictivos y tienen menos acceso al apoyo y a los servicios que podrían abordar sus necesidades educativas que los chicos con discapacidades.
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Abordar la igualdad de género es algo que hacen los expertos en la materia. No soy especialista en cuestiones de género, así que ¿por qué tendría que reflexionar sobre eso?
Promover la igualdad de género es responsabilidad de todas las personas.
Es responsabilidad de los profesionales de la educación y de los responsables políticos garantizar que la educación satisfaga las necesidades de todas las personas, que se protejan sus derechos y que las más afectadas por una crisis reciban el apoyo y la protección necesaria. Las normas de género afectan al acceso de los estudiantes a la educación y a su experiencia educativa (véase pregunta 8 para ejemplos). Para garantizar que las intervenciones educativas sean seguras, pertinentes y adecuadas, es importante que las normas de género perjudiciales se aborden en toda la planificación, implementación y evaluación de las intervenciones educativas. Si no se tienen en cuenta las barreras y los desafíos de género en la educación, se corre el riesgo de que las desigualdades preexistentes se agraven o se generen otras nuevas.
Además, la igualdad de género beneficia a todo el mundo, ¡por lo que todos debemos contribuir a conseguirla!
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¿Por qué las partes interesadas en la educación deben reflexionar sobre la violencia de género? ¿Esto no debería ser manejado por los sectores de salud y protección?
Prevenir la violencia de género es responsabilidad de todas las personas.
La educación cumple la función de proteger y puede desempeñar un papel importante en la reducción de la violencia de género. Una educación de calidad puede proporcionar protección física y psicosocial frente a los riesgos que surgen en entornos de crisis, como la violencia sexual y de género, la explotación, el matrimonio infantil, precoz o forzado, o el reclutamiento forzoso en grupos armados y el crimen organizado.
Impartir educación sobre salud sexual y reproductiva y derechos educativos, así como intervenciones de prevención de la violencia, también puede proporcionar a los estudiantes información fundamental y capacitarlos para tomar decisiones informadas sobre su salud y sus relaciones, y prevenir el abandono escolar debido a la violencia, el embarazo o la menstruación.
No se puede dar por sentado que las escuelas sean espacios seguros, en especial durante los conflictos y las crisis. Los estudiantes escolarizados siguen corriendo el riesgo de sufrir violencia de género en las escuelas y sus alrededores. Por ejemplo:
- Las escuelas pueden ser utilizadas o atacadas con fines militares, o dañadas.
- Las instalaciones escolares pueden presentar nuevos riesgos de protección (por ejemplo, letrinas mal iluminadas, no separadas por sexos y sin cerraduras).
- Las docentes y estudiantes pueden ser objetivo de grupos armados que se oponen a la educación de mujeres y niñas.
- Los estudiantes pueden sufrir acoso y violencia de género en el camino de ida y vuelta a la escuela o por parte del personal o de otros estudiantes mientras están en la escuela. Aunque tanto las niñas como los niños sufren violencia física, psicológica o sexual en las escuelas y sus alrededores, las normas de género desiguales hacen que las niñas corran un riesgo mucho mayor de sufrir violencia y explotación sexual (como sexo a cambio de notas) y que tengan más probabilidades de ser culpadas por ello.
- Los docentes pueden recurrir al castigo corporal (afecta de manera desproporcionada a los niños).
Además de proteger las escuelas de ataques y usos indebidos, hay que tomar medidas para prevenir la violencia de género relacionada con la escuela y establecer una educación con perspectiva de género y aulas seguras y protectoras. Las niñas casadas, embarazadas o madres jóvenes necesitan un apoyo especial para volver a la escuela y finalizar su educación.
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¿No es sexista tratar de forma diferente a chicos y chicas? Si queremos que las niñas y los niños sean iguales, ¿no deberíamos tratarlos igual?
¡No y no! Las chicas, los chicos y los niños, niñas y jóvenes con diversidad de género tienen necesidades diferentes. Es importante ofrecer apoyo específico para atender esas necesidades. Por ejemplo:
Niñas:
- Tienen más probabilidades de abandonar la escuela debido a matrimonios o embarazos precoces, trabajo de cuidados no remunerado, trabajo doméstico, etc.
- Tienen menos probabilidades de que sus padres y madres les den prioridad en la educación en comparación con sus compañeros y hermanos varones.
- Tienen más probabilidades de sufrir violencia de género en la escuela y sus alrededores, y es además, más probable que sus padres las retiren de la escuela por miedo a embarazos no deseados o abusos sexuales.
- Necesitan un apoyo integral en materia de salud e higiene menstrual para asistir a la escuela de forma constante durante sus períodos (por ejemplo: compresas higiénicas, botiquines para conservar la dignidad, jabón, baños adaptados al periodo, información y educación). Es un desafío específico para las niñas mayores que han sido rezagadas y están en la escuela primaria después de la pubertad.
- Es menos probable que se les pida que participen o que se les asignen funciones de liderazgo en clase. Y más probabilidades de tener que realizar tareas domésticas o de limpieza durante la escuela.
Niños:
- Tienen más probabilidades de abandonar los estudios para trabajar en relación de dependencia
- Tienen más probabilidades de ser reclutados por grupos o fuerzas armadas
- Tienen más probabilidades de sufrir castigos corporales
Niños, niñas y jóvenes con diversidad de género:
- Corren un alto riesgo de sufrir violencia de género, acoso e intimidación
- Tienen menos probabilidades de verse reflejados en los materiales de enseñanza y aprendizaje
- A menudo no pueden reconocer abiertamente su identidad de género en la escuela (uso de pronombres, problemas con los requisitos de uniformes, etc.) debido a las implicaciones legales e institucionales
Los programas de modelo único no tienen en cuenta los matices de las experiencias educativas de los niños, niñas y jóvenes de ambos sexos y pueden exacerbar las desigualdades preexistentes. Prestando apoyo específico a niños, niñas y jóvenes de todos los sexos, podemos garantizar que la educación sea segura, pertinente y accesible para todos.
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Mi programa se dirige a un 50% de chicas y un 50% de chicos. ¿Es eso suficiente para ser equitativo en materia de género?
No. Alcanzar la paridad de género (50% de chicas y 50% de chicos) es un buen comienzo, pero se puede hacer mucho más para crear un entorno de aprendizaje equitativo para todos los estudiantes. Para crear un entorno de aprendizaje más equitativo, se debe considerar lo siguiente:
- Realización de grupos de discusión con niños, niñas y jóvenes de todos los sexos para determinar qué obstáculos encuentran a la educación y trabajar con ellos en la búsqueda de soluciones
- Contratación de más mujeres docentes y/o docentes de apoyo
- Formación continua en el desarrollo profesional docente con perspectiva de género
- Evaluación de los materiales de enseñanza y aprendizaje y revisión para eliminar estereotipos o normas de género perjudiciales. Si ésto no es posible, puede ser útil concienciar a los docentes sobre el material problemático y cómo abordarlo
- Colaboración con las comunidades para animarlas a enviar a las niñas a la escuela y abordar de forma colectiva cualquier problema de seguridad en el camino a la escuela
- ...etc.
Consulte la Nota de orientación de la INEE sobre género para más estrategias prácticas sobre la educación con perspectiva de género en situaciones de emergencia.
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¡Los especialistas en género sólo hablan de mujeres y niñas! ¿Qué lugar ocupan los hombres y los niños? Tienen las mismas desventajas.
En muchos contextos, las niñas están desproporcionadamente excluidas y desfavorecidas en la educación. Se enfrentan a mayores barreras como consecuencia de su género (véase los ejemplos en la pregunta 8). Un apoyo específico, como la distribución de material de higiene menstrual o la concesión de un aporte económico para animar a los cuidadores a enviar a las niñas a la escuela, u otras medidas, puede ayudar a superar estas barreras. Este apoyo extra no privilegia a mujeres y niñas, ni se lo quita a los hombres y los niños. Simplemente pretende eliminar las barreras adicionales a las que se enfrentan las niñas y permitirles participar al mismo nivel que sus compañeros varones. De hecho, los programas educativos que tienen en cuenta las cuestiones de género y se centran en las niñas suelen beneficiar también a los niños. Por ejemplo, todos los estudiantes se benefician de mejores instalaciones de agua, saneamiento e higiene, escuelas más seguras y docentes capacitados.
En algunos contextos, los niños obtienen peores resultados y abandonan los estudios en mayor proporción que las niñas. En estos casos, también es importante prestar un apoyo específico a los niños. Algunos ejemplos de ayudas específicas para hombres y niños son:
- Sensibilización sobre masculinidades positivas/responsables
- SMAPS para hombres y niños
- Grupos de niños y círculos de aprendizaje entre iguales
- Apoyo a hombres y niños víctimas de violencia sexual
- Educación sexual integral (ESI)
- Formación sobre paternidad positiva para padres y cuidadores masculinos
- Tutoría y modelos de conducta para fomentar las aspiraciones y la ambición académica.
Existen excelentes recursos para apoyar el acceso de los hombres y los niños a la educación y el aprendizaje en situaciones de emergencia, como los siguientes:
- Manhood 2.0, Equimundo
- Muchas maneras de ser: Plan de estudios de educación sexual, Equimundo
- Atención a los niños afectados por la violencia sexualSave the Children
- Niños por el cambio - avanzando hacia la igualdad de género Save the Children
- Desvinculación de los varones de la educación UNESCO
Además, el grupo de trabajo de género de la INEE está elaborando en la actualidad un conjunto de herramientas para apoyar a los hombres y los niños en la EeE con equidad de género.
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Las cuestiones de género son delicadas en mi contexto y hay una gran resistencia a incluir el tema de género en los programas. ¿Cómo puedo realizar un programa con perspectiva de género de una forma segura y culturalmente adecuada?
Abordar las arraigadas normas de género puede ser todo un reto. Es posible encontrar creencias, costumbres y prácticas locales contrarias a la igualdad de género. Es posible la resistencia o rechazo a la programación con perspectiva de género. El cambio puede ser lento y gradual. ¡Pero a no desesperar! Hay muchas cosas que hacer para promover el cambio:
- Colaborar con los actores locales: Trabajar con organizaciones y defensores de los derechos de la mujer y abogar por la identificación de los principales obstáculos y responsables de la toma de decisiones, defender la igualdad de género dentro de las comunidades y fundamentar los mensajes clave en el contexto y la lengua locales.
- Colaborar entre sectores: Hablar con colegas que trabajen en otros sectores. Pueden compartir consejos, información y ejemplos de buenas prácticas que usted puede adaptar a su programación.
- Identificar ejemplos de disconformidad positiva: Encontrar en la comunidad familias y docentes que ya sean modelos de los comportamientos que pretendemos cambiar y basarnos en ellos. Centrarse en los beneficios del cambio y en cómo la igualdad de género beneficia a todos.
- Apoyar a docentes y líderes escolares: Apoyar a los docentes de todos los géneros para que accedan y permanezcan en la enseñanza y en posiciones de liderazgo escolar, y para que accedan al desarrollo profesional de forma equitativa; trabajar con los docentes para garantizar que tratan a los niños, a las niñas y a los estudiantes con diversidad de género de forma justa y equitativa.
- Comprometerse con padres, madres y cuidadores: Apoyar a las mujeres y a los hombres que cuidan de los niños y las niñas para que participen en los comités de gestión escolar y en las asociaciones de padres, madres y docentes, y animar a los cuidadores a matricular tanto a sus hijas como a sus hijos.
- Comprometerse con los "guardianes" de la comunidad: Los líderes tradicionales, culturales, políticos y religiosos tienen un rol importante a desempeñar en la promoción de la equidad de género.
- Utilizar enfoques basados en la evidencia: Adaptar enfoques que han sido probados en diversos contextos constituye la mejor base para lograr los resultados que perseguimos.
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¿Dónde puedo encontrar recursos sobre equidad de género y educación con perspectiva de género en situaciones de emergencia?
Consulta la Colección de recursos sobre género para más información, mensajes clave y una lista de recursos sobre equidad de género y educación con perspectiva de género en situaciones de emergencia.
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¿Dónde puedo encontrar recursos sobre cómo dar apoyo a las personas LGBTIQ+ en situaciones de emergencia?
Consulte la colección de recursos sobre LGBTQIA+ para más información, mensajes clave y una lista de recursos sobre orientación sexual, identidad y expresión de género y características sexuales (SOGIESC, por sus siglas en inglés) y apoyo a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer, intersexuales, asexuales y agénero (LGBTQIA+) en situaciones de emergencia.