No dejemos que el COVID-19 detenga los avances en la educación de los refugiados

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 La INEE se propone cumplir los compromisos que hizo en el Foro Mundial sobre los Refugiados para asegurar el derecho a la educación de todos los desplazados forzosos, además de los niños, niñas y jóvenes en las comunidades de acogida.

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El Día Mundial de los Refugiados es un importante hito anual para solidarizar con los 25,9 millones de personas que han huido a través de fronteras internacionales en busca de seguridad. Más de la mitad de los refugiados tienen menos de 18 años.

En tiempos de crisis, la educación puede desempeñar un papel fundamental y de apoyo a la vida. A pesar de esto los niños, niñas y jóvenes refugiados tienen cinco veces menos probabilidades de asistir a la escuela que los niños y niñas de los países a los que se han trasladado. Sin embargo, en los últimos años se han producido algunos avances en las cifras de matriculación en la enseñanza primaria y secundaria, y los gobiernos, donantes y profesionales se han comprometido a aprovechar estos avances con el fin de alcanzar objetivos mundiales para TODOS los niños y niñas .  

La pandemia del COVID-19 agrava el problema de la educación de los refugiados.  Pero con los compromisos y enfoques adecuados, la comunidad mundial puede asegurar la continuación de los avances.

Seis meses desde el Foro Mundial sobre los Refugiados

El Día Mundial de los Refugiados de este año tiene lugar seis meses tras el primer Foro Mundial sobre los Refugiados (GRF, por sus siglas en inglés), la mayor reunión jamás celebrada sobre la situación de los refugiados, que dio lugar a un conjunto histórico de compromisos y promesas en apoyo de la aplicación del Pacto Mundial sobre los Refugiados. Este acuerdo mundial tiene por objetivo lograr una distribución de responsabilidades más previsible y equitativo, reconociendo que no se puede lograr una solución sostenible a las situaciones de los refugiados sin la cooperación internacional.

Como una de las seis principales áreas de atención en el GRF, la educación "acaparó toda la atención" con el mayor número de sesiones destacadas.  Para finales de abril del año 2020, se habían recibido 204 compromisos relacionados con la educación. Estos compromisos están alineados con el Marco Mundial para la Educación de los Refugiados y abarcan todo el espectro del aprendizaje, desde el desarrollo de la primera infancia hasta la enseñanza superior, pasando por el apoyo a docentes refugiados y la ampliación de las innovaciones en EdTech.  

El nuevo documento de resultados del GRF del ACNUR, el registro de compromisos y Contribuciones, que lo acompaña y este registro específico de compromisos en educación (recopilado del registro principal en junio del año 2020)  establecen algunos análisis sobre los compromisos que se realizaron. Este análisis subraya que: 

  • Un cuarto de los compromisos financieros eran para la educación.
  • la mayoría de los compromisos se llevaron a cabo por parte de los estados (80 compromisos en total), seguidos por las ONG (70), las instituciones académicas (24), el sector privado (14) y las organizaciones internacionales (10).  
  • Los Estados de renta media y baja fueron los que más compromisos realizaron, incluidos tres de los cinco principales países de acogida de refugiados (Turquía, Uganda y Sudán), con compromisos por parte de Estados de renta alta, principalmente de Europa.  
  • Mientras que el 59 % de los compromisos en educación fueron presentados por actores mundiales (el 31 %) o por actores europeos (el 28 %), África y las Américas fueron las siguientes regiones que más compromisos realizaron, con un 16 % y un 12 % respectivamente. Los destinatarios de los compromisos incluyen África (60), Oriente Medio y África del Norte (MENA, en sus siglas en inglés) (37) y Europa (37), que recibieron la mayoría de compromisos, seguido de cerca por los compromisos mundiales (34).

Resulta fundamental realizar un análisis más profundo de los compromisos relativos a la educación para comprender las tendencias y vacíos en la respuesta a las necesidades de aprendizaje de los refugiados en diferentes países. Que debe desglosarse por edad, género, discapacidad y origen étnico. Las deficiencias específicas en datos relativos a niños y niñas con discapacidades y aquellos en educación secundaria requieren un análisis en profundidad adicional. Tal análisis habilitaría a la comunidad educativa a comprender dónde se requiere un mayor esfuerzo para apoyar a grupos concretos con una respuesta pertinente.  

Debemos asegurar que, a pesar de los nuevos desafíos, ningún niño, niña o joven refugiado se quede atrás.

La pandemia del COVID-19 — impacto en la educación de los refugiados

134 países que acogen a refugiados informaron de la propagación local del COVID-19. La mayoría de estos países decretaron el cierre de escuelas para evitar una mayor propagación del virus. 

Estos cierres impactarán de manera significativa en la disponibilidad de una educación de calidad para niños y niñas refugiadas en particular, ya que en numerosos contextos, los gobiernos de acogida ya han fracasado en priorizar la educación o bloquearon el acceso a la misma. La forma tradicional de aprendizaje en el aula se ha paralizado, por lo que los estudiantes refugiados necesitan métodos alternativos que sean equitativamente accesibles urgentemente. La pandemia ha afectado de alguna manera a todos los países, lo que significa que los países donantes habituales deben considerar sus necesidades internas de educación entre el riesgo de recesión económica y la disminución de los presupuestos.  La crisis del COVID-19 también pone en riesgo la aplicación de los compromisos sobre educación en el GRF.

Pero a medida que respondemos a la crisis, no debemos olvidar nuestras promesas a los niños y niñas desplazados. Los niños, niñas y jóvenes refugiados deben ser incluidos en todas las respuestas gubernamentales con el fin de asegurar la continuación de la educación durante la respuesta ante el COVID-19. Se debería reconocer que las comunidades de refugiados y de acogida puedan tener un acceso limitado a la tecnología, y que la conexión puede resultar prohibitivamente cara. Algunas de estas cuestiones se pueden superar mediante el uso de recursos de Educación Conectada del ACNUR.

El progreso de la INEE respecto a nuestros compromisos

La INEE adoptó un papel activo en la preparación previa al GRF al unirse a los 68 copatrocinadores oficiales y al copresidir el equipo de trabajo de GRF sobre educación en situaciones de emergencias (EeE), uno de los distintos equipos establecidos para elaborar aportaciones al Marco Mundial para la Educación de los Refugiados mencionado con anterioridad. Durante el propio GRF, la INEE participó en varios eventos paralelos, centrándose en la educación de las niñas, en docentes en contextos de crisis y en la importancia de crear fuertes vínculos entre la educación y la protección de la infancia en la acción humanitaria. La INEE asumió cuatro compromisos durante el GRF que refuerzan el compromiso de la INEE de apoyar las necesidades de todos los estudiantes en contextos de crisis, y de apoyar los derechos educativos de niños, niñas y jóvenes refugiados y desplazados.  A continuación se describen los compromisos y cómo hemos progresado en ellos. Incluyen:

  1. Actualización de la Normas Mínimas de la INEE (INEE, UNICEF, UNESCO, ACNUR).

    Se ha asegurado la financiación inicial para apoyar la actualización de las Normas Mínimas de la INEE para la Educación: preparación, respuesta, recuperación (véase cómo se habían contextualizaron los EM). Esto apoyará la consulta y revisión a fin de actualizar las orientaciones sobre la inclusión de los niños, niñas y jóvenes refugiados y otros desplazados forzosos en los sistemas educativos nacionales de los gobiernos de acogida, cuando proceda. La INEE ha empezado a trabajar con UNICEF, UNESCO y ACNUR, que son socios en este compromiso.
     
  2. Fortalecer el apoyo interinstitucional a la educación de calidad inclusiva y equitativa, durante el desplazamiento mediante la promoción mundial, la creación de capacidades, la gestión de conocimientos y la generación de evidencias (INEE).

    Los grupos de trabajo de la INEE están planificando e implementando acciones en las áreas de abogacía, políticas, creación de capacidades y gestión del conocimiento, lo que incluye destacar las necesidades de educación de los refugiados en seminarios web recientes y la recopilación de recursos y materiales de abogacía como parte de nuestra respuesta a la crisis de la COVID-19.
     
  3. Fortalecer la calidad de coordinación del sector educativo en emergencias (INEE, GEC, ACNUR).

    La INEE, el Cluster Global de Educación (GEC) y ACNUR se comprometieron a trabajar juntos con el fin de reforzar y fortalecer la calidad de coordinación de la educación en situaciones de emergencia, formalizando una asociación que se inició hace dos años mediante el fondo la Educación No Puede Esperar (ECW), respaldado por el proyecto de Global Partners.. Se está ultimando una hoja de ruta para su aplicación, en la que se esbozan planes detallados, a fin de cumplir con los aspectos básicos de este compromiso, que incluyen el apoyo técnico para mejorar la coordinación, el intercambio de conocimientos y el desarrollo de capacidades.
     
  4. Establecer la ciudad de Ginebra como un centro mundial para la EeE (INEE, Gobierno suizo, UNICEF, GEC, ICRC, ECW, El Instituto de Graduados de Ginebra, Universidad de Ginebra).

    La INEE ha participado activamente en las primeras etapas para establecer a Ginebra centro de la EeE, y apoyará la convocatoria de los actores y las acciones de EeE. Los socios del centro de Ginebra han publicado recientemente una declaración conjunta sobre la crisis del COVID-19, donde solicitan un mayor compromiso político y financiación para la educación.

Con estos compromisos, el objetivo de la INEE es lograr un cambio positivo en la financiación, programación y las políticas para hacer posible el derecho a una educación gratuita, de calidad, segura, inclusiva y que tenga en cuenta las cuestiones de género para todos los niños, niñas y jóvenes desplazados forzosos y de las comunidades de acogida. Si bien la cronología de estos compromisos abarca un plazo de cuatro años establecido por el GRF, el trabajo ya está en marcha.

Hacemos una llamada a la acción continua para garantizar que los compromisos hechos en el GRF se cumplan y que las necesidades de aprendizaje de los refugiados no se olviden durante la pandemia del COVID-19.