Cambio climático y educación de las niñas: barreras, normas de género, y rutas hacia la resiliencia
Desde 2006, el estudio Opciones reales, vidas reales de Plan International ha seguido a una cohorte de niñas y sus familias procedentes de nueve países de tres regiones.
Este estudio longitudinal y cualitativo, único en su género, lleva a cabo una recopilación anual de datos con las niñas y sus cuidadores, ofreciendo valiosas perspectivas sobre las experiencias de las niñas durante la infancia y la adolescencia, incluidas las decisiones y realidades que conforman sus vidas.
La investigación de este año explora la relación entre el cambio climático y la educación de las niñas: ¿cuáles son los impactos directos e indirectos del cambio climático sobre el acceso de las niñas a la escuela y la finalización de su educación? ¿Cómo se cruzan estos impactos con las barreras de género existentes a la educación? ¿Y cómo ayuda su educación a las niñas a responder y adaptarse al cambio climático en sus comunidades?
Al escuchar directamente a las niñas sobre sus experiencias con el cambio climático, también conocimos sus ideas para la mitigación y la adaptación: exigen escuelas más seguras, mejores planes de estudio sobre el cambio climático y mejores condiciones para la adaptación y la educación al cambio climático.
Se incluye un informe de síntesis y un resumen, junto con el informe técnico para más detalles sobre las conclusiones y la propia investigación.
Principales hallazgos:
Las niñas no van a la escuela debido a los impactos directos del cambio climático: sus escuelas están dañadas por fenómenos meteorológicos extremos, cerradas por reparaciones en el período posterior, o inaccesibles debido a carreteras y caminos dañados u obstruidos.
El impacto del clima en el acceso de las niñas a la educación también es indirecto, ya que se pierden medios de subsistencia y empeoran las privaciones. Los ingresos familiares están disminuyendo y los precios de los alimentos están aumentando, ya que los impredecibles patrones meteorológicos hacen que ganarse la vida sea especialmente difícil para el tipo de comunidades agrícolas y pesqueras en las que viven muchas de las niñas. Dado que el cambio climático está afectando gravemente a sus medios de subsistencia, las niñas relatan que sus padres tienen dificultades para pagar las tasas escolares o los desplazamientos de ida y vuelta a la escuela. Algunas buscan trabajo remunerado fuera del horario escolar para contribuir a los ingresos familiares, sacrificando así su tiempo para estudiar. Las perspectivas educativas de las niñas se abandonan mientras las familias luchan por encontrar alimentos y financiar su vida cotidiana.
La educación y la información, cualquiera que sea su fuente, son fundamentales para los esfuerzos de adaptación al cambio climático de las niñas. Cuando las escuelas cuentan con un sólido plan de estudios sobre el cambio climático, las niñas demuestran más conocimientos sobre el cambio climático, mayor confianza en la aplicación de estrategias de adaptación y ofrecen recomendaciones más detalladas. Sin embargo, las niñas de estos países siguen pensando que sus planes de estudios podrían mejorarse para desarrollar aún más sus conocimientos sobre el clima. En los países en los que la educación sobre el cambio climático es limitada, las niñas afirman tener menos conocimientos sobre el tema y menos confianza en sí mismas.
Muchas de las niñas están utilizando las competencias verdes que han aprendido en la escuela hasta la fecha– como reciclar y participar en grupos juveniles de acción colectiva- que demuestran que las chicas ejercen el liderazgo en su vida cotidiana porque están deseando hacer lo que pueden para combatir el cambio climático.
Recomendaciones de las niñas para un cambio sistémico
El informe propone una serie de recomendaciones de las niñas para lograr un cambio sistémico que exija la actuación de sus escuelas, de las comunidades en general y de los gobiernos:
- Garantizar la seguridad de las escuelas: reparando los daños en las infraestructuras lo antes posible y disponiendo de una sólida planificación en caso de desastre que tenga en cuenta el género y la edad, con el fin de minimizar la interrupción del aprendizaje mediante planes de continuidad para la impartición de las clases.
- Mejorar los planes de estudio sobre el cambio climático: incorporando una educación sobre el cambio climático transformadora desde el punto de vista del género en los planes de estudio de las escuelas y mejorando los conocimientos y las aptitudes pedagógicas del personal que la imparte.
- Crear mejores condiciones para la adaptación al cambio climático y la educación: proporcionando apoyo financiero a las familias cuyos ingresos se han visto afectados por el cambio climático, de modo que el aumento de la pobreza no amenace la educación de las niñas. Y garantizando que las voces de las adolescentes se escuchen en la toma de decisiones sobre el cambio climático a todos los niveles.