Stories: La Educacíon De Cada Niño(a) Importa, El Salvador
Esta historia fue recopilada como parte de le commemoración del 20 Aniversario de la INEE para destacar cómo la educación, en medio de situaciones de crisis y agitación, ha marcado la diferencia para nuestros miembros y para aquellos con los que trabajan (estudiantes, jóvenes, profesores, cuidadores, etc.) Para más historias come ésta, hada clic aqui.
La Educacíon De Cada Niño(a) Importa
Nombre: María Armida Ramirez
La organización: None
Ubicación: El Salvador
Un día de pandemia, sin cuarentena visité a mi sobrina para ayudarla en sus tareas de Lengua. La empleada doméstica de la casa, me ofreció un café y me dijo que mi sobrina era afortunada de tener tías maestras. Me enteré que ella se lamentaba porque su hijo de 14 años, estudiante de octavo grado, había abandonado los estudios a distancia en este tiempo de pandemia. Tomé nota de los datos del chico, de su profesor quien había dejado de comunicarse una semana porque se le había arruinado el teléfono celular.
Entendí la angustia de esta mujer por el riesgo de que su hijo se involucre en pandillas. Pensé que estos momentos son clave para definir la vida de este chico y pensé en los muchachos que atiende la organización con la que trabajo: jóvenes internos en centros de menores, llenos de desesperanza y rencor. En algún momento alguien dejó de interesarse por cada uno de ellos y el sistema completo dejó de notarlos hasta que ya era tarde…
Contacté a tres personas conocidas y que trabajan en educación para pedirles ayuda con el chico, Luego de dos semanas llamé a la madre, muy contenta me dijo que habían llegado a buscarlo de su escuela y que ya estaba poniéndose al día con las guías de trabajo.
El poco tiempo dedicado a darle voz a esa familia, cambió dos vidas: la del estudiante y la de su madre. Es tan fácil interesarse por los chicos y chicas en riesgo, tomarse tiempo, imaginarlos como tus propios hijos, como tus estudiantes… Igual es fácil soltar el hilo del futuro de un niño… por cansancio, desmotivación salarial, ignorancia, indiferencia, ceguera…y esos hilos los arrastra la corriente, terminan enredados en el delito y la ley.
Aquel día, posiblemente, un matemático se haya salvado para el futuro de El Salvador.