El bombardeo en Gaza se ha detenido por ahora
El 10 de mayo de 2021 se estableció un alto al fuego en Gaza, poniendo fin a 11 días de agresión israelí contra la población civil y la infraestructura de la Franja de Gaza. El bombardeo se ha detenido por ahora, pero la violencia contra los palestinos no ha cesado.
Los 365 kilómetros cuadrados de la Franja de Gaza son el hogar de más de 2 millones de palestinos, dos tercios de los cuales se encuentran refugiados. El impacto devastador del bloqueo en Gaza (vigente desde hace más de 14 años) se siente en cada aspecto de la población civil, principalmente en mujeres y niños y niñas. Además, el pueblo de Gaza ha sufrido vida y muerte durante 11 días de bombardeos continuos a sus comunidades y medios de sustento. Esta ha sido la cuarta agresión israelí de este tipo en los últimos 12 años.
El daño físico de los despiadados ataques va acompañado de un impacto psicológico devastador, especialmente en la niñez. Uno no sobrevive sin trauma a noches de insomnio causadas por bombardeos incesantes, sonidos de misiles, ni a las imágenes, sonidos y olores de la sangre, muerte y destrucción.
Todos en Gaza se han visto afectados por la más reciente agresión. Los hogares fueron arrasados, los niños, niñas y sus familias se vieron obligados a huir y refugiarse en las escuelas, experimentando escenas dolorosas de sangre y destrucción. Según reportes de las autoridades de salud locales, 69 niños y niñas murieron en la reciente agresión israelí en Gaza. La agresión también provocó diversas lesiones físicas y traumas psicológicos incalculables, tanto para niños y niñas como para sus padres, quienes se vieron impotentes para brindar seguridad y protección a sus familias.
Niños y niñas fueron desplazados, con miles de familias buscando refugio en las escuelas de la ONU. Los niños y niñas presenciaron cómo otros pares de su edad eran recogidos de entre los escombros de sus propios hogares. Perdieron a familiares y amigos. Perdieron sus hogares o presenciaron cómo otros niños y niñas perdían los propios debido a los intensos bombardeos. Perdieron su sentido de lugar y espacio al no poder reconocer su entorno local, convertido en escombros. Si bien éstos son traumas a corto plazo, las consecuencias trágicas a largo plazo aún no se han revelado.
Save the Children informó de que 50 escuelas fueron dañadas en Gaza por los ataques aéreos israelíes en el transcurso de 11 días, lo que afectó el acceso a la educación de más de 40.000 estudiantes. El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) confirmó que 11 niños y niñas que se encontraban recibiendo terapia para superar el trauma por parte de la NRC fallecieron en sus hogares a causa de ataques aéreos israelíes. No se trata únicamente de la pérdida de vidas y lesiones físicas, sino del perturbador impacto psicológico sobre cientos de miles de niños y niñas en Gaza, así como sobre sus proveedores de educación y cuidado, docentes, padres, madres y miembros de la comunidad local.
El 1 de junio de 2021, después de que finalizara la agresión en Gaza, la INEE organizó un taller con un grupo de educadores en Gaza con el objetivo de brindar intervención psicológica inmediata, herramientas y recursos, proporcionando una plataforma segura para que los educadores compartan sus experiencias y para apoyarlos en tiempos tan críticos.
Hani, de un grupo de la comunidad educativa local, dijo que “Gaza ha experimentado una serie de guerras durante el presente bloqueo. Sin embargo, la violencia experimentada en la última agresión no tiene precedentes. La mayoría de la gente cree que no es la última guerra que sucederá en Gaza, y esto definitivamente tendrá un impacto en la naturaleza de nuestra intervención en la educación comunitaria." El Dr. Mohammed Tawil, del Palestine Trauma Center (Centro Palestino del Trauma), mencionó que los niños y niñas en Gaza atraviesan un trauma continuo, y muchos de ellos podrían revivir experiencias traumáticas con facilidad simplemente al escuchar ruidos fuertes, al golpear puertas o al ver escenas de guerras en televisión. El Dr. Tawil señaló que la gente en Gaza todavía vive en condiciones inestables, asedios y guerras asiduas, y agregó "No podemos decir que los niños y niñas en Gaza sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT), porque viven en una situación en la que el trauma es repetitivo, regular y continuo."
Según los participantes del taller, los docentes pudieron en ocasiones mantenerse en contacto con sus estudiantes durante la guerra, pero debido a los fuertes bombardeos y cortes de energía que afectaron a la conectividad a Internet, con el tiempo perdieron el contacto con la mayoría de ellos. Los docentes en Gaza utilizaron mensajes de WhatsApp para comprobar la seguridad de sus estudiantes y para enviarles mensajes de apoyo durante tan duros momentos.
Ahlam, un docente en Gaza, compartió: “El aprendizaje psicosocial debería ser parte integral del diseño de las clases en nuestras escuelas en Gaza. No he sido capaz de reunirme con mis estudiantes, especialmente con los que fueron afectados físicamente por la guerra. Tengo estudiantes que perdieron sus hogares, lo que significa que perdieron su sentido de seguridad, y necesitan apoyo psicológico. Tanto yo como otros docentes en Gaza, necesitamos una capacitación intensiva, ya que creemos que las escuelas abrirán pronto.”
Los docentes necesitan apoyo psicológico porque son la línea frontal de apoyo a los niños y niñas traumatizados. El Dr. Khaled Abu Fida, del Ministerio de Educación de Gaza, dijo: “No podemos esperar que los docentes proporcionen apoyo si ellos no se sienten apoyados. Han vivido junto a sus hijos/as y alumnos/as los 11 días de bombardeos continuos. Todos necesitan, en un grado u otro, apoyo de salud mental." Wafa, un educador con sede en Gaza, expresó: “A fin de cuentas, somos profesionales de la educación, pero también seres humanos; no somos fuertes todo el tiempo, como para dar apoyo continuo a nuestros niños y niñas."
Un gran número de grupos en Gaza ha llevado a cabo proyectos de apoyo psicológico; sin embargo, existe la necesidad de un análisis profundo de la situación en vista de las guerras repetidas y el presente bloqueo, y ofrecer así intervenciones de salud mental y psicológica apropiadas. Wafa advirtió sobre la necesidad de una mayor intervención en psicoterapia, como la terapia EMDR, que capacita a las personas para recuperarse del trauma y la angustia emocional, y sugirió explorar cómo se puede incorporar esta técnica a los espacios de aprendizaje en Gaza. Los educadores enfatizaron también la importancia del apoyo psicosocial coordinado entre todos los sectores de Gaza, para asegurar un buen desenlace en niños, niñas y docentes.
Como red global dedicada a apoyar a la docencia en situaciones de emergencia y crisis, la INEE ofrece espacios para que docentes e interesados en la educación en situaciones de emergencia se reúnan a compartir su aprendizaje. Este taller fue solo una oportunidad para convocar a los interesados y compartir recursos en árabe relevantes, así como escuchar las experiencias de los docentes. Ésta y las actividades posteriores ayudan a identificar las necesidades educativas e informar a los miembros y socios de la INEE sobre cómo responder mejor a estas necesidades.