La reforma de los espacios de red de la INEE

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Sectores Humanitarios - Educación
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Desde que se estableció hace veinte años, la INEE ha pasado de ser un pequeño grupo de personas y organizaciones, a convertirse en una red global extendida a lo largo de 190 países con más de 18.000 miembros. Procedentes de organizaciones de la sociedad civil, ministerios de educación, donantes, estudiantes, refugiados y docentes, hay miembros de la INEE por todo el mundo. Este es un cambio positivo y la INEE sigue jugando un papel fundamental en el campo de la educación en situaciones de emergencia. Sin embargo, con 127 millones de niños, niñas y jóvenes viviendo en países afectados por crisis, a los que se les niega el derecho a una educación de calidad, sabemos que hay mucho por hacer (INEE, 2020).


Es indispensable que continuemos con nuestra misión de ser una red global abierta de miembros que trabajan conjuntamente, dentro de un marco humanitario y de desarrollo, para asegurar que todas las personas tengan derecho a una educación de calidad, segura, pertinente y equitativa. Por ello, es necesario aprovechar el impacto colectivo de todos los miembros de la INEE y asegurar un compromiso equitativo e inclusivo en toda la red. El principio de participación de la comunidad, propuesto en las Normas Mínimas de la INEE, debe aplicarse en todo nuestro trabajo. No obstante, el aumento del número de miembros alrededor del mundo, aunque importante, no conlleva automáticamente una participación igualitaria.

El Marco Estratégico de la INEE 2018-2023 estableció como prioridad la necesidad de fortalecer y diversificar la membresía de la INEE. Una de las propuestas más notables en la revisión del Marco Estratégico consistía en garantizar un compromiso más dinámico y equitativo de los miembros de la INEE en diversas situaciones mediante la restructuración de todos los espacios de red globales existentes. El objetivo de la propuesta era alejarse de los espacios de la red de trabajo que operan solo a nivel global, y en los que la membresía estaba tradicionalmente constituida por organizaciones y miembros basados en el norte global, para formar una mezcla de espacios regionales y globales. Para lograr esto, en el 2020, el Grupo Directivo de la INEE aprobó la recomendación de diversificar los espacios de red de la INEE basándose en la consulta exhaustiva que tuvo lugar en 2019. Esta incluía resultados de una encuesta global a miembros de la INEE, grupos de discusión de las principales partes interesadas y una revisión formal de la Prioridad Estratégica 4 de la INEE. Se propuso el siguiente modelo:

  • Grupos de Trabajo Regionales: Un punto clave para el desarrollo siguiendo este enfoque consistirá en terminar de definir un modelo de afiliación en el que los grupos regionales ya existentes puedan aliarse y asociarse con la INEE. La INEE busca complementar, no duplicar, las estructuras nacionales, regionales y globales existentes. Se tiene en cuenta que las comunidades lingüísticas serán esenciales en el desarrollo de este modelo.
  • Grupos Temáticos Globales (ahora conocidos como Colaborativos, Grupos de Referencia y Equipos de Trabajo): Para amplificar las voces y perspectivas menos representadas, así como asegurar que las herramientas y recursos desarrollados se evalúen globalmente y sean pertinentes en diferentes contextos, se revisarán estos grupos ya existentes a fin de garantizar la representación equitativa de los miembros de diferentes organizaciones y regiones en las que tiene lugar la EeE. Está previsto que las comunicaciones y vínculos entre los niveles regionales y globales se describan en el plan de implementación de este modelo.
  • Espacio de red de trabajo global compuesto por representantes de los diferentes grupos de los espacios de red de trabajo. Reunirá varias líneas de trabajo y asegurará la coherencia en toda la INEE para responder a las necesidades emergentes en el sector.

La propuesta tiene como objetivo reforzar la red asegurando que tenga una forma más equilibrada, al ofrecer más interacciones culturales o lingüísticas de interés, basada de forma más directa en la realidad y las experiencias de los entornos en crisis.

Para poner en práctica el modelo propuesto, en marzo de 2021 se estableció un Comité Especial de la restructuración de los espacios de red de la INEE. El Comité Especial está compuesto por un grupo variado de partes interesadas, que representan a los diferentes sectores profesionales, especialidades y regiones, con unos términos de referencia específicos, encargados de analizar y reflexionar sobre la mejor manera de reformar la red. Esta es una tarea importante y la INEE valora el compromiso y considera las conversaciones, preguntas e ideas que los miembros del Comité Especial aportan a este proceso. El trabajo del Comité especial ya ha comenzado, con dos reuniones para crear el grupo; sopesar las maneras de trabajar; localizar información importante y considerar qué otras aportaciones serán necesarias para que esta propuesta se convierta en realidad. La idea de un cambio tan grande, aunque sin duda necesario y emocionante, podría generar preocupación y dudas sobre los riesgos potenciales de un cambio de este tipo, la duplicación y la delimitación de las regiones, entre muchas otras cosas. Todo esto es válido y debe ser tomado en cuenta. El Comité Especial es el encargado de apoyar a la INEE durante este proceso.

Mientras pensamos en los posibles cambios que están por venir, merece la pena recordar cómo ha evolucionado la INEE. A principios de la década del 2000, solo existía un grupo de trabajo que formuló lo que luego se convirtió en las Normas Mínimas. Ahora hay tres grupos de trabajo globales, 3 colaborativos, 6 grupos de referencia, 6 equipos temáticos y diferentes comunidades lingüísticas. La INEE ha evolucionado de forma espectacular en sus 20 años de historia. Los cambios, aunque a veces resultan incómodos, son fundamentales para una red dinámica y competente. Por ejemplo, después de las protestas antirracistas que tomaron lugar después del asesinato de George Floyd, la INEE fue más consciente de que hay que actuar con mayor decisión para modificar la dinámica de nuestra red y asegurar que la participación sea equitativa, inclusiva y equilibrada. Hemos publicado una Declaración sobre la lucha contra el racismo y la equidad racial, en la que nos comprometemos a “abordar la inequidad racial, el desequilibrio de poder y la falta de representación diversa en nuestro personal y en nuestras redes de trabajo, y a duplicar nuestros esfuerzos para lograr nuestra actual Prioridad Estratégica 4: fortalecer y diversificar a los miembros de la INEE.”

La INEE no puede afirmar que es una red verdaderamente global mientras las oportunidades para desarrollar y participar en los planes y el trabajo de la INEE no sean reflejo de miembros de diferentes entornos, con orígenes étnicos y culturales variados, que hablan diferentes idiomas, y cuyas experiencias de la vida cotidiana son distintas. No es suficiente con ser más, nuestra fortaleza reside en la diversidad.

El trabajo del Comité Especial ayudará a dirigir la transición hacia una red guiada por sus miembros de manera más descentralizada y equitativa. Les agradecemos a ellos y a todos ustedes por confiar en el impacto colectivo de la INEE para asegurar que todas las personas afectadas por situaciones de crisis e inestabilidad tengan acceso a oportunidades educativas de calidad, seguras y relevantes. En las próximas semanas, el Comité especial comunicará las últimas noticias y utilizará información y aportaciones de miembros de la INEE a nivel global. ¡Ellos y nosotros estamos a la espera de su participación!